La sanación mediante plantas, hierbas, raíces, frutos es un arte
milenario. Su origen data del siglo IV y V antes de cristo. Muchas
civilizaciones y culturas han practicado la sanación de diferentes enfermedades
de forma natural.
Quién no recuerda que durante su infancia la abuelita le daba infusiones, le ponían vapores, hacían enjuagues o simplemente aplicaba parte de plantas maceradas u hojas sobre la piel. Así mismo el desarrollo de la industria farmacológica ha llevado al uso de la medicina natural en forma de cápsulas y hay obviamente personas que prefieren este tipo de medicina a otros fármacos considerados más invasivos.
Cuando se habla de salud, la mayor parte del tiempo lo asociamos con el bienestar físico, considerando buena salud el peso adecuado, ausencia de fiebre, dolor, fatiga, tos... Sin embargo, la salud no solo guarda relación con el cuerpo físico, sino que también existe la salud metal o como también se le conoce salud emocional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):
Al analizar esta definición advertimos que la falta de salud mental impide que las personas den todo de sí mismos, realicen proyectos de vida, influye en la productividad, el disfrute de la vida, y la adaptación a los cambios, lo que a sus vez genera un desequilibrio entre el cuerpo y la mente. En todo esto juegan un papel esencial, las emociones, que son respuestas que todos experimentan sin importar su cultura.
El miedo, la ira, la tristeza, la alegría, la apatía, el resentimiento, son algunos de los ejemplos que si bien son comunes, su mal manejo lleva a bloqueos o incluso enfermedades. Los principios de Terapia de Bach, hablan del autoconocimiento que debe tener el propio individuo de sus emociones y su impacto en la salud física, por lo que la toma de conciencia de que hay una emoción negativa, es fundamental para comenzar un verdadero proceso de sanación.
Desde esta perspectiva de sanación natural y cura de las emociones, surge la Terapia Floral de Bach formado por 38 esencias y un compuesto que se obtienen de flores con métodos naturales como son el Solar y la Ebullición y que por lo mismo no causan toxicidad, reacciones adversa ni interacciones con otros medicamentos. Es una práctica más natural, que se basa en el poder curativo de las plantas sobre las emociones.
Mantener la salud mental en un mundo que va tan deprisa, es un verdadero acto de educación emocional, y reconocer que se necesita ayluda profesional es un gran paso para ello.